¿Qué hago para vivir? / Algunos puntos de referencia.

por Fabhio di Camozzi


1-
En primer lugar, creo que para vivir tengo una voluntad de hacer como artista.
De acuerdo a mi estado de ánimo, que tiene que ver con mi carácter y con mi “manera de ser en el mundo” (…), y en relación al contexto de lugar en el que vivo, muchas veces, como es común en muchos hombres, he decidido no vivir. Yo soy un hombre común en ese sentido.
Pero al reflexionar como artista (…) he encontrado en el arte uno de los motores más potentes que me impulsan a la vida siempre, nuevamente.
Vivo por que puedo amar y porque deseo dejarme amar. El amor es mi tecnología. El arte es su plástica, su forma.
El arte es una manera de amar en mí. Y es una forma de expresión contextual -desde mi cuerpo pensante, reflexivo- que enuncia la realidad que he elegido construir después de cada una de mis muertes.
Para mí, la vida tiene que ver con la muerte, incluso. Y también con el amor, formalmente, como contextura.

2-
Todo lo que hago a diario para vivir es parte de esa manera que he elegido en el arte para ser el hombre que soy.
Solo me hace falta una decisión constante de accionar productivamente, construyendo vida en ese sentido.

3-
El arte es un modo lingüístico por donde atravieso mi pensamiento acerca de lo que hago en la vida.
Es un puente que permite, a su cruce, una transformación íntima de situaciones por las que paso en mi común transitar, especulando acerca de la humanidad que me conforma, desarrollándome, saliéndome por el extremo (…).
El arte hace posible entender mi manera ordinaria de vivir como una cuestión extraordinaria que debe ser compartida.

4-
He leído Shakespeare en mi adolescencia para soportar la presión del mundo sobre mi cuerpo,
he visto cine experimental en mi edad joven temprana para intentar comprender mas globalmente al hombre contemporáneo,
he estudiado filosofía para pensar comprensivamente mi edad joven,
he decidido dedicarme al arte como manera de vivir en mi primera etapa de madures,
he dejado el mundo del arte (…) para poder evolucionar antropológicamente como un artista mortal.

5-
[Recuerdo qué] realicé una película (…) con mis amigos y compañeros de trabajo, en el dos mil cinco, a quienes conocía por compartir aburridas y obligatorias jornadas laborales en un call center de la ciudad de Córdoba. Allí yo era el artista, o a quien se le reconocía por ese nick (…). Era quien sabía escuchar sensiblemente acerca de los deseos, los miedos, las frustraciones y las vidas interiores de los otros (…). También era uno más de los miles de recursos humanos anónimos que llevábamos adelante seis horas de trabajo informando a los clientes de una empresa de telefonía móvil.
Resultó que muchos de los amigos que me rodeaban querían ser artistas; actores del arte, en realidad (…).
Les propuse hacer su película (porque yo ya sabía de antemano que eran artistas).
A partir de ese momento nuestras vidas cotidianas se transformaron.
Entendí que nuestro trabajo en el call center implicaría, desde ese momento, una realidad distinta: “ahora nos pagan para hacer una película; ahora trabajamos aquí para vivir” (…)
Hicimos “Atropello Imperfecto”, un audiovisual bastante experimental, muy básico y simple, que escribimos, direccionamos y produjimos entre todos. La edición de la maqueta final la hicimos también conjuntamente, seleccionando, cortando, pegando; dando sentido a esa experiencia como ensayo relacional.

6-
En Córdoba capital viví catorce años. Solo en 75 ocasiones me ausente de esa ciudad por intermedios de tiempo que van entre dos horas a ocho meses.
Desde mil novecientos noventa y cuatro comencé a trabajar en mi obra como artista en el contexto de la ciudad de Córdoba.
A partir del año dos mil transformé mi trabajo de obra por una construcción de pensamiento acerca de mi vida a través del arte:
Modifique mi nombre. Le agregue una hache. Y un di. Y me quedé con un personaje que lleva el segundo nombre y el apellido de la madre de ese quién realmente soy. Destronqué el mandato del padre para mi vida en el arte. Y comencé a accionar. Y a eso también lo hice para vivir. Y cohabito aún en ello.

7-
Trabajé por fuera de lo que la profesionalización patriarcal me decían decente para mi clase media coyuntural, la que cree aún que lo mejor que le puede pasar a un hijo es obtener un título de grado universitario que le permita vivir (…).
Estudié artes, arquitectura y filosofía en la Universidad Nacional de Córdoba.
Fui heladero, preventista de seguros médicos y representante para la atención telefónica al público en una empresa multinacional.
Después fui un hombre muy pobre / muy rico (…) y un artista muy reconocido en mi pequeñísimo contexto.
Esta realidad urbana -que experimente como artista en Córdoba capital- me llevó a varias muertes, como ya dije.
Para vivir decidí irme de ahí.

8-
Hoy, para vivir, desde fines del dos mil siete, habito en una pequeña urbe del interior de Córdoba, rodeado de plantas, de arboles, con tres perros y cuatro gatos, y mucho amor…
Para vivir volví a ser hijo a los treinta y pico. Y un hombre anónimo cualquiera (…). Y un artista relativo solo a un propio concepto de arte (…).
Estoy tranquilo, en paz.
Trabajo en una dietética que es un diseño, en realidad, qué yo mismo realicé como estrategia de artista para proveerme de dinero, de un lugar de camuflaje seguro donde desarrollar mi obra (…) y de una actividad que regule ordenadamente mi tiempo.
Les propuse a unos inversores jóvenes con los que tengo una gran confianza y que disponían de un poco de dinero para invertir en algún pequeño emprendimiento, abrir MUCHO GUSTO! (así se llama este negocio).
Ellos buscaban algo que les permitiera experimentar en administración de empresas y comunicación social y este proyecto resulto ideal para eso.
Recibo un sueldo mensual por atender al cliente y por pensar proyectivamente en artes mi trabajo anterior y lo que está por venir (…).

9-
Para vivir tengo que poder cohabitar constructivamente.
He desarrollado todos mis proyectos siempre relacionados con otros mundos diferentes al mío. Ese es mi propio método: sumando esfuerzos complementarios todo es posible.
Con el sistema del arte imperante, por ejemplo, que tengo a mi alcance por ser un profesional legitimado (…) y en el que sus instituciones disponen de mi trabajo como obras de un artista que critica, incluso, a la propia institución, mostré Atropello Imperfecto, a la venta, como videoarte (…), en la Feria Internacional de Galerías ArteBA para su edición del dos mil siete.
Asimismo, Mucho Gusto! se mostró por primera vez, por dar otro ejemplo reciente, en Bola de Nieve (sitio de arte argentino / www.boladenieve.org).
En facebook, actualmente en el dos mil nueve, realizo una muestra individual que llamo HABITABLE y donde muestro lo que hago para recuperar una habitabilidad en el mundo del arte dentro de algún espacio común que posibilite un real desarrollo personal a nivel contemporáneo, hecho entre todos (facebook ha sido reconocido a comienzos de este año como una de las comunidades virtuales más potenciales en cuanto a relaciones interpersonales se refiere y alberga, en el caso del arte argentino actual, a una gran cantidad de artistas, instituciones y público […] activamente interconectados).

10-
Para vivir hago estas y otras muchas / diferentes cosas: participo de diversos contextos, busco, predomino, saco conclusiones, armo estrategias, me mantengo en movimiento.
Y soy siempre autocritico, de un modo práctico.
Tengo en claro que el origen de cualquier ideología que disponga como hombre para hacer mi ser presente (…) será una “forma” de arte inmanentemente antropológico (…),
permitiéndome de este modo estructurar de manera positiva mi propia evolución constante.
Construyo todo el tiempo mi propio lugar y mi propia vida. Y también mi propio mundo del arte.

1 comentario:

  1. MUCHAS GRACIAS POR TU COMENTARIO UN ABRAZO¡¡DESDE LA PATAGONIA JORGE "HARDCORE" CONTRERAS

    ResponderEliminar